Hoy te hablo de una realidad.
Sucedió en la Segunda Guerra Mundial.
Fliparás con el ingenio utilizado en plena guerra.
Boeing se enfrentaba a una amenaza existencial.
Los bombarderos Japoneses podían atacar sus centros de producción.
Podía paralizar su fábrica.
Seattle 1941.
Estos se enfrentaron a una hazaña de ingeniería y creatividad, el uno sin el otro no funcionaría.
Ojo con el tema.
Te hablo del Proyecto «Wonderland Boeing».
Este proyecto nació tras el devastador ataque del Pearl Harbor.
La paranoia de un ataque similar en la costa oeste estaba encima de la mesa.
Tenían que idear formas de proteger las fábricas más vulnerables.
Aquí es cuando entra el Mayor John Francis, también conocido como Ohmer.
Experto en camuflaje.
Con colegas en Hollywood.
Sus colegas no eran ni Woody Allen,
ni Quentin Tarantino,
ni Steven Spielberg.
Sus colegas eran especialistas de la industria del cine.
Escenógrafos.
Pintores de Paramount, Disney…
Constructores de decorados
…
Flipa con el plan.
Ocultar la Planta 2 de Boeing bajo una Ciudad Falsa.
Ohmer construyó un decorado gigantesco.
Créeme que no se parecía en nada a Springfield.
La planta fue cubierta con redes de camuflajes pintadas para parecer calles y jardines.
Hicieron casas, edificios de cartón.
Lonas enormes que simulaban un tranquilo barrio residencial.
Césped pintado.
Árboles artificiales.
Plumas de pollo.
Pelos de perro.
….
Esta ilusión,
Fue tan convincente que incluso el personal del ejército vivía en las casas falsas durante su tiempo de servicio.
La amenaza nunca se materializó.
En todo caso, a día de hoy, tampoco ha cambiado mucho el tema.
Te diría que es incluso mucho peor.
Donde la IA puede volver locos a tus hijos.
Hacer que tu abuela tenga la voz de Angelina Jolie.
O que tu perro te dé consejos de inversión mejor que Warren Buffett.
Estos casos son muy simples y obvios.
El verdadero reto viene cuando la ilusión es TAN potente que ya no sabes distinguir realidad de ficción.
Y es que, en ocasiones, el instinto de supervivencia es tal, que nos empuja a realizar nuestras obras más colosales.
Feliz día,
Luis.