No seas mal pensado.
Que ya sé por dónde vas.
Suena morboso, pero no lo es.
Este fin de semana cenamos con él y su pareja.
Nos contaba cómo se hacen los trajes de bombero.
Debido a las condiciones en las que trabajan deben ser altamente resistentes al fuego y ofrecer aislamiento térmico.
Por lo que los tejidos son muy importantes.
Resulta que llevan capas de lana merina.
¿Lana? Sí.
Atento.
Esta no se quema, se deshace.
Juanjo mencionó que eso ocurre a unos 300 grados.
Que visitó una de las fábricas donde se hacen.
“Esta gente sólo fabrica nuestro material», decía.
“Saben lo que se hacen”, decía.
“Salvan vidas”, decía.
Pero esa noche me quedé con una cosa.
Juanjo dijo que la mayoría de lesiones que sufren los bomberos son por inhalación de humo, no por quemaduras.
Bien.
No pude evitar pensar en cintas adhesivas.
En las retardantes de llama.
En las intumescentes.
¿Intume… que????
Intumescentes.
Reaccionan por el calor de la llama.
Al entrar en calor, la cinta se dilata y sella juntas de puertas para evitar el traspaso de fuego y humo.
Es lo que tiene vivir del rollo.
Ejemplo.
En nuestra fábrica tenemos puertas metálicas cortafuegos.
En estas puertas se aplican cintas adhesivas intumescentes.
Si entran en contacto con altas temperaturas, se dilatan.
No permiten la filtración del humo.
Pero las cintas adhesivas se usan para un sinfín de aplicaciones.
En elementos decorativos como embellecedores.
En montaje de barras de refuerzo.
En procesos de laminación de baterías.
También se usan en los trajes de bombero, para unir materiales, gracias a sus características ignífugas.
Pero además, estas cintas no contienen halógenos.
Por lo que generan menos humo.
Menos toxicidad.
Aportan más seguridad.
Hay una investigación detrás, claro.
Una especialización.
Certificaciones.
En eso nos centramos.
Si necesitas cortar un fuego y que no sea el de tu mujer con el de un bombero.
Tenemos una cinta para ello.
