Muchas noches antes de irnos a dormir,
leo un cuento a mis hijos.
Me encanta ese momento.
Recuerdo uno que me llamó especialmente la atención.
Y va precisamente de la luna.
No de robarla.
Si de apuntarla.
Jason era un niño que se entrenaba para ser el mejor arquero de la corte.
Practicaba con mucho empeño.
Tanto empeño que le sangraban los dedos de tirar.
Al cumplir 15 años.
Se presentó ante el jefe de la guardia.
Y le dijo:
– Quiero ser el mejor arquero del mundo.
El jefe, que era el Legolas de turno… vamos arquero nivel dios del reino.
Le dijo:
-Hijo, si quieres ser el mejor, tu objetivo es la luna. Cuando una de tus flechas se clave allí, podrás decir que eres el mejor.
¿Y qué tiene que ver esto con los troquelados, cintas adhesivas?
Pues todo, deja que te cuente.
Tras agradecer el consejo.
Jason no quiso perder ni un minuto.
Preparó con pasión sus flechas.
Analizó cómo le afectaba el viento, la lluvia, los truenos…
Y lanzó flechas.
Muchas flechas.
Una noche tras otra…
Se veían flechas subir y bajar del cielo.
Sin descanso.
La persistencia de Jason era evidente.
Una y otra vez.
Otra vez y una.
Total dedicación. Perseguía un sueño.
Lo apodaron el lunático.
Muchos le decían que perdía el tiempo inútilmente.
Al pararse a analizar las circunstancias.
Que podían afectar a sus flechas, su arco o el entorno.
Jason perseguía su sueño.
Hacía caso omiso de las advertencias y burlas.
Él quería ser el mejor.
Tras un año de práctica incesante, se dio por vencido.
– Señor, confieso que he fracasado dijo apenado.
He lanzado miles y miles de flechas contra la luna, pero todas han acabado clavándose en la tierra.
El jefe asintió, comprensivo, y acto seguido le señaló un árbol lejano donde brillaba un punto que reflejaba los rayos del sol.
– De ese árbol cuelga una campanilla. ¿Serías capaz de darle con la flecha?
Jasón hizo lo que le pedía, lanzó la flecha, y dio de lleno a la lejana campanilla.
Esta emitió un chasquido metálico.
Al oírlo, el jefe aplaudió al joven aspirante:
– Ya eres el mejor del mundo, Jason.
¿Para qué te cuento esto?
Para asegurarte que, en cada proyecto, apuntamos a la luna.
Estarás pensando…
Que flipaos estos de Technologic Tapes.
Pues quizás sí. O no.
Somos unos frikis de las cintas adhesivas, su conversión y todo lo que envuelve a este pequeño gran mundo.
En serio.
En Technologic Tapes, entendemos que alcanzar la excelencia es como intentar tocar la luna: un desafío que requiere pasión, precisión y persistencia.
Te preguntarás por qué nos eligen nuestros clientes.
Aportamos valor a sus productos.
En función del proyecto aportamos ideas y soluciones adhesivas en las aplicaciones.
Si necesitas una cinta adhesiva cortada a medida.
Si necesitas una cinta adhesiva con un diámetro exterior concreto.
Si necesitas una cinta adhesiva en un rollo de 3.000 m para mejorar tu productividad.
Si además de todo esto lo necesitas con un packaging tipo estuche, blíster o con un lazo de los colores típicos de los unicornios.
Reflexión que me gusta
«»No importa cuántas veces hayas fracasado. Sólo tienes que acertar una vez». – Mark Cuban