Whisky o Vodka, según se mire.
Hoy, Smirnoff es Número 1 en el mundo en la venta de Vodka.
Destilado 3 veces y filtrado 10, sabor suave y muy versátil.
Galardonado con el Oro.
Década de los 40.
Plena guerra fría, primera transmisión de TV a color y lanzamiento del primer Jeep Molón.
Smirnoff estaba al borde de la quiebra.
Hoy son la hostia.
En los 40, ni un duro.
Por activa y por pasiva intentaban entrar en el mercado Americano.
Les resultaba IMPOSIBLE!
USA en los 40 lo petaba.
Veían su salvación en el mercado estadounidense.
Solo había un Gran Problema.
La palabra Vodka sonaba muy ruso.
Como Kartoffel en Alemán.
O Jau, Coloma! en catalán.
Hasta aquí, todo en orden.
Un operario, por error, puso Vodka en las botellas de whisky.
Al pobre operario, al darse cuenta, por poco se le caen las cejas del susto.
Recuerda,
Empresa al borde de la quiebra.
Le salvó un vendedor que pasaba por allí.
Un vendedor de esos avispados, de esos que lo vende todo.
¡Ojo a esto!
La gran genialidad del vendedor transformó el destino de la empresa.
Propuso:
«En lugar de vender vodka venderemos Whisky blanco»
Esa jugada maestra no solo sacó a la empresa de la bancarrota, sino que también logró introducir el producto en el mercado americano con un éxito demoledor.
Utilizó un producto que tenía mucha tirada como era el Whisky en USA y lo utilizó para introducir el Vodka como Whisky blanco.
Menuda lección de ventas.
Al igual que hizo Smirnoff, con la campaña de White Whisky.
Tu puedes hacer lo mismo con las cintas adhesivas o productos anexos a los tuyos.
Mira,
En nuestro caso tenemos muchos clientes que fabrican productos específicos para sectores como construcción, industria, bricolaje…etc
Poco a poco han ido introduciendo las cintas adhesivas con su marca para resolver necesidades de aplicaciones en su sector.
Hoy en día representa una parte importante de su facturación.
Si lo que te preocupas son:
– Las cantidades mínimas.
– Los formatos o medidas de las cintas adhesivas.
– El diseño o el packaging.
Aquí estamos.
Reflexión que me gusta
«La percepción del valor es el primer paso para apreciar el verdadero potencial de un producto.» – Peter Drucker.
Un fuerte abrazo,
Luis